El desarrollo de la sexta edición fue similar en sus inicios al de la quinta, ya que una escapada en las primeras etapas estuvo a punto de dar el triunfo a un modesto corredor, como Manuel Costa, quien el sexto día de carrera avantajaba a los dos grandes favoritos, Langarica y Berrendero, en 22 y 24 minutos, respectivamente. Sin embargo, la calidad de Langarica y su excelente estado de forma le permitieron reducir, aunque con numerosos esfuerzos, esa ventaja y llegar a Madrid como líder.
La participación foránea tampoco era importante esta vez. Seis holandeses, cinco portugueses y otros tantos suizos formaron una legión extranjera de escasa categoría y que en ningún momento llegó a inquietar a las grandes estrellas españolas del momento. El sorprendente vencedor de la edición anterior, Delio Rodríguez, no pudo revalidar su triunfo y se tuvo que conformar con el quinto puesto, a más de tres cuartos de hora de Langarica. No obstante, finalizó la Vuelta con cinco nuevas etapas en su haber, con lo que situó en 31 su número de triunfos parciales.
A pesar de la gran ventaja de Costa, la atención de los aficionados se centró en el duelo que mantuvieron Langarica y Berrendero, quienes fueron recortando las diferencias día a día. Finalmente, Costa no aguantó la presión y Langarica se aupó al liderato tras la etapa disputada entre Reinosa y Gijón. La posibilidad de asistir a una sorpresa desapareció totalmente y Dalmacio Langarica finalizó en primera posición después de 3.797 kilómetros. Julián Berrendero, Jan Lambrichts, Manuel Costa y Delio Rodríguez escoltaron a Langarica en los cinco primeros puestos de la general.
En la clasificación de la montaña Emilio Rodríguez aventajó en cinco puntos a Dalmacio Langarica y en 25 a Julián Berrendero, vencedor en las dos ediciones anteriores.
